miércoles, 5 de noviembre de 2014

Es una gran cueva abierta, oscura hacia el fondo y custodiada por dos filas de soldados blancos.
Es una media luna perfecta, resplandeciendo sin rival rodeada de un cielo negro.
Es una caja, que guarda los tesoros más ansiados de pequeños y mayores.
Es un agujero sin fondo, del que salen maravillas, se encuentre en el país que se encuentre.
Es un manantial, puro e innato, del que brota el alimento básico y necesario para todo ser humano.
Es una herida en medio de la cara, que cada vez que se abre, una cálida sensación de plenitud nos inunda.
Es la gramola, que cuando el disco gira, sonidos exquisitos despide.

Es aire caliente,
entrecortado,
débil o fuerte,
lento o acelerado.


"Era tal su risa, que se le escapaba por las costillas"

lunes, 4 de agosto de 2014

Tuya

Hoy es uno de esos días,
en los que miras al cielo y ves que la luna está partida en dos, 
con minuciosa exactitud.

Caminas por la calle,
liberas tu pelo de la ceñida goma y sientes como la brisa lo acaricia
y lo coloca a su gusto.

Sonríes hacia adelante,
mirando a los ojos al futuro y le incitas a que sea capaz de aparecer por tu presente.
Que tenga el valor de dejar de ser lo que es por un momento,
para verte, para sentirte,
tan presente como eres tú, 
ahora.

Hoy es uno de esos días,
en los que desafías al tiempo, proclamando a los cuatro vientos que la noche es tuya
y sólo tuya.

Porque sólo tú, engatusaste a la luna para que te diera su otra mitad,
para que por una noche fuese tuya
y sólo tuya.




martes, 24 de junio de 2014

Mi desastre preferido

Estos momentos, en los que el caos tiene lugar en un pequeño, y siempre he creído, hueco espacio, no hay manera de ver una senda clara. Se ven emborronadas, como si un niño hubiese pasado sus dedos torpemente sobre ellas, queriendo tocar sus diferentes texturas, pero destruyéndolas a su paso.

Es imposible caminar dos caminos a la vez, pero ¿acaso no existen los puentes?

Ahora bien, se necesitan materiales para construir un puente. Numerosos materiales. Engorrosos, costosos y preciosos materiales de los que no dispongo. ¿Qué hacer entonces?

En este momento, creo que vanamente, intento poner orden en este cajón, por la simple razón de que me han inculcado desde pequeña a tener un orden en las cosas. Podríamos llamarlo costumbre.

En este instante, en el cual, he subido al punto más alto de mi cabeza y agarrándome al más elevado de mis cabellos, con la mano haciendo sombra en mis ojos, intento avistar mi futuro en medio de todo ese caos.

Ha sido así, cuando en ese preciso instante he caído en la cuenta de que las sendas se hacen, no se encuentran.
De que mis piernas pueden ser mis puentes y mis manos las herramientas para construirlos.
De que el caos es precioso tal y como es. Impredecible y mágico.
Y mi cajón me gusta más cuando está desordenado. Porque es un completo y hermoso desastre.
Porque es mi desastre preferido.

miércoles, 12 de febrero de 2014

Un día de febrero

En un día de febrero
no recuerdo cual
desatando mi memoria
eché la vista atrás.

Entre párrafos y letras
escondidos en algún lugar,
sentimientos enterrados
comenzaron a aflorar.

Pesados como piedras,
difíciles de olvidar,
mas crecían como hiedra
lentamente y sin cesar.

Se agarraron a mi pecho
al corazón, mucho más
y lanzaban sus memorias
afiladas, cual cristal.

Se calmaron tras un tiempo,
dejaron de atacar,
sus ofensas se guardaron
y se dispusieron a marchar

a esconderse aquellas letras
en los párrafos que debían estar
de los que escaparon en febrero,
el día, no recuerdo cual.

miércoles, 1 de enero de 2014

Año Nuevo. Vida Nueva.

Año Nuevo. Vida Nueva.
Y una mierda, con perdón.

Esa frase es el típico mensaje esperanzador que se dice uno mismo para animarse a cambiar las cosas que no le gustan. Un guiño a los 365 días venideros para que se porten bien con nosotros. Cuando uno simplemente está triste, pero no sabe que remedio poner, dice esa frase:
"Año Nuevo. Vida Nueva."
Somos así de ilusos. Así de vagos, que creemos que el año que entra puede hacer bien todo lo que no hemos sido capaces nosotros de hacer en el pasado.
"De ilusiones se vive", porque con el "año nuevo, vida nueva", no? 
Sin embargo, llega el 1 de Enero y al despertar con o sin resaca, en nuestra cama o en otra, no notamos esa magia que esperábamos que recorriera nuestro cuerpo el primer día de ese tan mágico año nuevo en el que, mágicamente, tendríamos una vida completamente nueva.
Pasan las horas, y sientes la decadencia de la fiesta, la marcha de los familiares... Se apagan las luces, se enciende el silencio... Vuelve la rutina.

Uno sigue estando simplemente triste, pero aún resuena levemente en su cabeza, junto con la algazara del día anterior, esa tonta esperanza de que el año que viene, tendrá una vida nueva, en la que podrá dejar de llorar a solas y en silencio sin más consuelo que el suyo propio.

Feliz Año Nuevo.