jueves, 28 de noviembre de 2013

Una mañana.

Es temprano todavía.

El sol aún no ha salido, pero el cielo ya torna a un color más vivo y las nubes dejan ver desde sus entrañas algunas que otras luces.

Un hombre se hace el nudo de la pajarita mientras abre su negocio. 
El ambiente de su cafetería parece cálido, bastante más cálido que la calle a estas horas.

Dos autobuses, el mismo número, cruzan en sentido opuesto, y ni se miran.

Una mujer trajeada fuma un cigarrillo mientras anda con prisas. 
Sus pasos junto con el humo la asemejan a una locomotora.

Esperando para cruzar la calle, un vagabundo, se apoya mientras tanto en el frío semáforo.
Lleva un largo collar de piedrecitas en la mano.

El barrendero parece que juegue a perseguir las hojas de los árboles.

Varios jóvenes y varios viejos.

Coches que aceleran y aprietan el claxon.

Las nubes se dibujan a si mismas con el sol de fondo.

Ya es de día.