lunes, 27 de mayo de 2013

Doblar los labios

Desde que el invierno venció a la primavera.
Desde que se cerró para siempre el pequeño libro.
Desde que el mundo se dio la vuelta y ya no andamos sobre estrellas.
Desde ese momento, dejaron de tener sentido las sonrisas sin motivo.


Así que, dejé de doblar los labios tontamente cada vez que algún recuerdo me hacía cosquillas.