lunes, 5 de noviembre de 2012


Te vuelvo a ver, después de tanto tiempo y parece que este te perdona día a día.
Yo en cambio he crecido, la luna a tirado de mis brazos hacia ella.
Me has dado la sonrisa de siempre, tan natural y perfecta, como de anuncio, y como si todo a tu alrededor fuese tan radiante como el faro que es tu boca.
Tus ojos tan tranquilos, me han traído junto con tu mirada recuerdos dormidos que despiertan perezosos y me enseñan sus secretos grises pasados.
Tan familiar eres.
Todo pasa tan deprisa que apenas me da tiempo a reaccionar.
Sales del coche, me miras, sonríes y me llamas por mi nombre.

Todo pasa tan deprisa, que mientras me percato de que no me acuerdo de quién eres,
sorprendida y bloqueada, solo soy capaz de decirte... adiós.